El Dalis de Robert Juliat actúa para Richard Sandaime

El premiado ciclorama Dalis 860 de Robert Juliat fue el elegido por el diseñador de iluminación Scott Zielinsk para dar vida al fondo de la producción teatral Richard Sanfaime, una coproducción del Teatro Metropolitano de Tokio y el Festival Internacional de Artes Escénicas de Singapur.

La obra, estrenada en el teatro Shizuoka de Japón como parte de su festival de teatros del mundo de este año, está dirigida por uno de los grandes de Asia, Ong keng Sen. Richard Sandaime es una colaboración internacional llevada a cabo en japonés, inglés e indonesio y subtitulada en los dos primeros idiomas. Los mejores actores de Singapur, Indonesia y Japón están involucrados en la producción y, junto a ellos, actúa un famoso titiritero balinés. Imaginada como una adaptación libre del Ricardo III de Shakespeare, esta performance innovadora es la primera de su clase desde que Noda Hideki originara su producción en 1990. Trata, además, sobre un juicio ficticio a Shakespeare por, supuestamente, difamar al gran maestro de Ikebana, Richard Sandaime.

El elemento escénico principal de la obra es el propio ciclorama Dalis que Zielinkski pretendía iluminar con luces de cuatro colores de 1250 W mezcladas con un estilo muy tradicional. Sin embargo, explica que «es bastante chocante que en Japón utilicen solo luces de 300 W o 500 W que no son lo suficientemente potentes para una caracterización como esta; así que tuve que ponerme a pensar en otras opciones».

Una producción tan visual como esta pedía una iluminación con un espectro de color extremo y amplio que produjese colores intensos. Zielinski estaba determinado a conseguir lo mejor así que Sogo Butai —compañía asociada al distribuidor japonés de Robert Juliat, Theater Engineering— le presentó el Dalis 860.

Dalis 860 tiene dos filas de 24 LED y un sistema de mezcla de ocho colores gracias a los que se crean luces intensas y vívidas o delicadas y pálidas. Además, tiene un sistema de refrigeración que lo hace perfecto para el teatro o la televisión ya que no produce ruido de ventiladores.

«Me alucinó el Dalis. Usé doce unidades para cubrir un ciclorama de 9 x 12 m desde una posición a ras de suelo dos metros por detrás del telón», explica Zielinski. «El resultado fue una iluminación suave, muy bonita y con una intensidad increíble». El sistema incorpora un reflector asimétrico en forma de cuchara con cada LED, lo que ayuda a crear un haz más amplio y una variedad de colores pastel y saturados mayor. Zielinski pudo, además, utilizar el control de secciones individuales para «crear efectos de movimiento únicos como el arcoíris de color que recorre el ciclorama de izquierda a derecha en un momento cómico».

Después del estreno de Richard Sandaime, la obra se trasladó al teatro Victoria de Singapur y, después, a Tokio y a otras ciudades japonesas.  

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