La invitación al último gran concierto que se celebrará en el estadio Vicente Calderón y con, ¡por fin!, el Guns N Roses de Axl Rose, Slash y Duff fue de esas ofertas imposibles de rechazar. Reencontrarme con la banda que me dejó colgado en 1992 por culpa de la aluminosis del Calderón en la gira de “Use your illusion”.
Gira que el propio Axl imitó de manera vergonzosa en Madrid en 2006, en la que apareció en el escenario dos horas tarde, en la que la P.A. derecha falló y las calamitosas interpretación, producción y mezcla de todo aquel deslabazado desastre lograron que la mitad del público huyese antes del final del concierto. ¡Para qué recordar todo aquello!
Más allá de la emoción de ver reunida a más de la mitad de la banda, “Not in This Lifetime” venía avalada por un éxito brutal, llenos absolutos en toda Sudamérica, más de 270 millones de dólares de recaudación, críticas elogiosas señalando a este Guns and Roses como la “última gran banda”… ¿Dónde radicaba la diferencia de esta gira con la anterior? Esa diferencia hay que buscarla en el diseño específico para una gira realmente grande, con una producción maravillosamente cuajada, de la que Dale “Opie” Skjerscth (Rolling Stones, AC-DC..), director de producción y su mentalidad de trabajo cooperativo, ya legendaria, es claramente culpable.
Todo en esta gira está pensado a favor del show; la coordinación de los diseños de cada una de las partes (video, iluminación, escenografía, sonido) es espectacular
La sincronía de la escenografía con los efectos de luz y vídeo demuestra que cada detalle esta cuidadísimo: la realización de vídeo, a cargo de Steven Fatone sobre sus cámaras y el material de Creative Works U.K., nos trasladan del estadio a un mundo G&R, en el cual todos los componentes de la banda comparten con el espectador una experiencia visual.La mezcla de sonido, responsabilidad de Caram Costanzo, es muy roquera, extremadamente sincera, con ese sabor a banda que tanto se echa de menos en los grandes conciertos y una solidez aplastante (no en vano su trabajo con Pearl Jam le acredita como un master).
Ron Shiling, un auténtico clásico del equipo de Opie, ya habitual con AC-DC y con los Stones, saca adelante el diseño de iluminación de Phil Ealy con la programación a cargo de de Rob Koenig, es una delicia ver a Shiling operar en mesa con un sentido escénico de los tiempos y una calidad en la improvisación que no había visto hasta ahora (no suelo tener la fortuna de asistir a grandes conciertos desde el control). Con estos mimbres, el resultado en conjunto es imparable, lo cual unido a las tres horas de show convierten el dinero de la entrada en dinero bien gastado, aunque no seas fan de los G&R.
Una claridad de sonido cristalina
El equipo de sonido es una configuración completa por parte de Clair Brothers, con un principal de cuatro arrays de 20 unidades de CO-12 , apoyados por subs CP-218 en configuración cardioide y cuatro arrays de delay, todo ello amplificado con 52 Lab Gruppen PLM 20000Q, procesadas por Lake (desde mi particular punto de vista, la mejor etapa de potencia del mundo, que ya probé con el Maga español y no me han dado más que alegrías). En su conjunto la P.A. me sonó clásica y roquera, no demasiado engordada en graves y con un medio/grave muy definido, de primera clase y con una configuración muy conseguida.
Ver a Caram Constanzo trabajando también es una experiencia, totalmente integrado con la Avid S6 (¡como suena esa mesa!) con ambas manos sobre los faders, sentado en un taburete alto y con todo el cuerpo al ritmo de cada tema, los mínimos recalls de la mesa y mucho trabajo alive, alargando las colas de los delays a mano y corrigiendo el previo del micro de Axl agachándose bajo la mesa a un previo rack de una unidad, un elemento secreto, sinceramente, no pude desvelar. Me queda también la imagen de la sorpresa de Caram cuando Axl arrojó el Shure UR al público. Aquello claramente no estaba en programa.
El 70% de lo que vemos en escena se desarrolla en pantalla, con un inmenso panel central volado y dos laterales de pantalla led de alta luminosidad
Una experiencia visual
Ya he advertido antes el gran protagonismo de la parte de vídeo en esta gira, el 70% de lo que vemos en escena se desarrolla en pantalla, con un inmenso panel central volado y dos laterales de pantalla led de alta luminosidad, así como también en los escalones de las escaleras repartidas por el escenario, diseñado en varias alturas. Un switcher Ross Trinium administra el contenido disparado desde tres servidores BlackStorm, la pantalla central y las escaleras están dedicadas a contenidos y, puntualmente, a material de realización de cámaras, que en general aparece en exclusiva en los dos laterales.
Iluminación y espectáculo
He dejado este capítulo para el final porque es el que empasta visualmente todo este espectáculo, da coherencia a una sección de vídeo súper vitaminada dentro de un espectáculo de rock de concepto clásico, de forma que consigue engarzar piezas de vídeo espectaculares que realmente sirven de marco para cada tema de la banda, consiguiendo que el diseño de iluminación cree un espacio completamente mágico, dedicado al show, en el que la banda es protagonista en primer plano mediante una coordinación exquisita en cada escena y una economía perfecta para cada efecto. El diseño en forma de una cúpula de tres secciones que se cierran hacia un máximo cenital, cada una de ellas provista de formaciones hexagonales de GLP impression, dos verticales entre pantallas a modo de columnas, la parte beam y spot adjudicada a los Robe y los efectos a los Martin, el apoyo en suelo y todo controlado con la “Big Mama” de MA Lighting. Y es que el único frontal real es el de los cañones Robert Juliat 4K Lancelot, con un seguimiento muy coordinado.
Una máquina imparable
No me queda más que agradecer a Ron Shilling su invitación a compartir con él su espacio en el F.O.H., reafirmándome en que los grandes no sólo suelen ser los mejores en la técnica, si no que también son personas de un fantástico trato personal, tan especial que ha conseguido reconciliarme con una banda de la que puedo volver a ser fan, una banda dentro de una máquina imparable, ahora sí, una de las grandes bandas.
Guns N Roses - Not In This Lifetime
Equipo de iluminación |
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Personal de iluminación (Europa) |
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Compañía de sonido : Glair Global |
Equipo de sonido | ||
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Personal de Sonido (Europa) | ||
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- Fotografía: Carola Leoz Mundy
- Orden de aparición en fotos cabecera: Caram Constanzo, Ron Shilling, Manuel Valdés
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