«La banda de rock más grande de la Tierra» se apoya en Yamaha

En 2015 se ideó un ambicioso plan para llamar la atención de Foo Fighters y convencerlos de que tocaran en Cesena, Italia, y reunir a miles de músicos para interpretar su canción Learn to Fly. El video del evento fue viral y Foo Fighters tocó en la ciudad cuatro meses después. Pero eso fue sólo el comienzo.

Ahora convertido en un evento anual, este año las consolas digitales de Yamaha se encargaron de mezclar una banda de más de 1.500 miembros.  Rockin'1000 That's Live ya ha tenido tanto éxito que, durante los últimos dos años, «la banda de rock más grande del mundo» ha tenido que trasladarse al mayor Stadio Artemio Franchi de Florencia, a unas dos horas y media de Cesena.

Yamaha Commercial Audio Italia es un socio técnico del evento y este año el personal se enfrentó a la enorme tarea de mezclar FOH y monitores para una presentación de 18 canciones y dos horas de clásicos del rock por parte de una banda de más de 1500 cantantes, guitarristas, bajistas, bateristas, teclistas y músicos de viento.

Con un recuento de más de 300 canales, se utilizó un sistema de mezcla digital RIVAGE PM10 para la mezcla FoH, con dos superficies de control CSR-10, cuatro racks RPio622 y uno RPio222 I/O en un anillo de fibra óptica TWINLANe. Este sistema funcionaba en paralelo con una red Dante, que incluía mezcladores digitales QL5 y QL1, un rack de E/S Rio1608-D2 y dos racks de E/S de conversión Dante/MADI RMio64D para gestionar la monitorización de todos los músicos, así como la grabación multipista y la comunicación con los principales amplificadores de PA.

«Los 1500 músicos se agruparon por instrumentos y se dividieron en dos, de modo que había dos “áreas de batería”, dos “áreas de bajo”, dos “áreas de guitarra” y así sucesivamente», dice Alessandro Arturi de Yamaha. «Como puedes imaginar, varios cientos de kits de batería y amplificadores de guitarra eléctrica hacen mucho ruido por sí solos. Complementamos esto para las mezclas con micrófonos, ya sea micrófonos cercanos o un micrófono por cada dos o tres instrumentos».

«Los vocalistas tenían un micrófono entre dos personas y también distribuimos una serie de micrófonos estéreo “jecklin disk”' por toda la zona de actuación, suspendidos a unos cuatro metros por encima de los músicos».

Todos los micrófonos se dirigieron a las cinco unidades RPio y luego al núcleo «cerebro» del RIVAGE PM10, la DSP-R10. Se realizó una premezcla en una de las superficies de control del CSR-10, y la mezcla principal de PA en la otra. Los monitores eran administrados por la consola QL5, que recibía una premezcla del sistema RIVAGE PM10 y luego encaminaba diferentes mezclas individuales a cada grupo de instrumentos. Dentro de cada grupo, cada artista tenía un auricular inalámbrico para escuchar la mezcla.

«Con tantos micrófonos e instrumentos ruidosos, la retroalimentación era obviamente un gran problema potencial», dice Alessandro. «Así que era importante que todos los músicos tuvieran un sistema de monitoreo en el oído y que todos los instrumentos y micrófonos estuvieran cuidadosamente arreglados para evitar que se derramaran tanto como fuera posible».

El diseñador de sonido para el evento fue Francesco Peñolazzi, con el mix de FOH supervisado por Luca Stefani. La actuación se mantuvo en el tiempo por el director de orquesta Peppe Vessicchio.

«Producir un sonido claro y coherente de tantos músicos es un reto, pero este evento también es muy agradable tanto para los equipos de producción como para todos los músicos», dice Alessandro. «La música debe ser divertida y estamos muy contentos de que los sistemas de Yamaha hayan sido capaces de hacer una contribución tan positiva. Estamos deseando que llegue el año que viene, cuando quizás haya más músicos para mezclar.»

 

*Traducción: Paloma P. Hermoso

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