El pasado sábado 2 de julio se desplegó el L-ISA live en el Berlin Waldbühne para hacer vibrar a los espectadores con un concierto de las canciones más famosas de Disney en el que la orquesta sinfónica de Berlín fue la encargada de traer la magia al mundo real.
L-ISA live es toda una innovación en la tecnología de refuerzo de sonido con la que L-Acoustics y su fundador Christian Heil han conseguido sumergir al auditorio en una experiencia hiper-realista. Este sistema ofrece una conexión real entre lo que se ve y lo que se escucha y consigue suprimir la sensación de escuchar a través de altavoces para proyectar un sonido natural.
Para conseguir este sonido envolvente L-ISA live requiere de la colocación de un sistema de altavoces frontal que consiste en, al menos, cinco líneas de altavoces. Además, consta de un procesador L-ISA que ofrece una mezcla muy intuitiva orientada a los objetos gracias a sus software L-ISA Controller.
«Para conseguir los resultados óptimos los altavoces necesitan instalarse en los lugares precisos para que la orientación sea perfecta», explica Sherif El Barbari, jefe de aplicaciones de L-ISA. «Como los humanos tenemos la capacidad de localizar mejor las fuentes horizontales necesitamos respetar la distancia máxima entre los altavoces, lo que nos permite tener un sonido perfectamente conectado con lo que vemos. En posiciones verticales es menos crucial, lo que nos aporta más flexibilidad a la hora de colocar los arrays más altos que la fuente de sonido».
El Berlin Waldbühne es un escenario al aire libre con unas normas muy estrictas en lo que respecta a los niveles de sonido por lo que, como explica El Barbari, «no fue posible utilizar líneas de altavoces por encima del escenario lo suficientemente altas como para cubrir a las veinte mil personas para las que tiene capacidad». «Por eso», continua, «diseñamos una solución mixta que combina un sistema frontal L-ISA y un sistema convencional L/R». De esta manera colocaron ocho arrays Kara sobre el escenario para ofrecer a la audiencia más cercana una experiencia óptima. La zona más alejada del escenario fue cubierta con ocho K1 en cada lado.