El nuevo musical The Black Rider del Teatro Bielefeld se basa en servidores de medios PIXERA, proyectores 4K y tecnología de seguimiento. Desde su estreno en 1990, The Black Rider: The Casting of the Magic Bullets, lleva cosechando éxitos con su combinación de cultura clásica, posmodernismo y una legendaria banda sonora.
El diseño artístico de Robert Wilson, añadido a la agudeza narrativa de William S. Burroughs y al ingenio musical de Tom Waits, establecieron las bases de esta divertidísima obra maestra.
La última producción en el Teatro Bielefeld de Michael Heicks emplea tecnología AV de última generación e integra un dinámico contenido de vídeo creado por Sascha Vredenburg.
Como respuesta a la crisis del coronavirus, el teatro desarrolló su propio programa de contingencia para garantizar la seguridad de los asistentes, esto incluyó una serie de innovadoras medidas.
Algunas de estas medidas incluían una actualización del sistema sonoro que reproducía la actividad de la orquesta, aunque esta se situaba en otra parte del espacio. También se realizaron medidas relativas a la seguridad y distanciamiento social dentro del teatro.
La obra está basada en la mítica “Freischütz”, con una escenografía inspirada por un pacto con el diablo. La forma en que se desarrolla la acción es muy interesante, especialmente por sus inclusiones de humor negro.
La trama en torno al diablo se relaciona íntimamente con la búsqueda de la felicidad, representada, a su vez, por una magistral banda sonora de jazz compuesta por Tom Waits.
El estreno de la nueva producción, con William Ward Murta a la dirección, se prevé para el 12 de septiembre de este año
La escenografía la ocupan cinco grandes superficies de proyección concebidas por Michael Heicks, y para la proyección de contenido en estas superficies se emplea un proyector digital Titan Laser 33000 4K-UHD.
Tres de las superficies se mueven unas respecto a las otras, mientras reciben el contenido en vídeo del proyector a la vez. Además, conforme las superficies se van moviendo, la posición y ángulo del proyector 4K también va variando con ellas.
Es más, una de las superficies se inclina tanto, que durante la representación de la obra, su reverso llega a actuar también como superficie de proyección en un envolvente giro de 180º.
Falko Heidemann, director del departamento AV del Teatro Bielefeld, explica cómo fue el proceso de selección de la solución tecnológica para el espacio: “Prestando un poco de atención a las necesidades del teatro, nos dimos cuenta de que instalar un sistema de programación de espectáculos no era suficiente. Por lo tanto, decidimos que lo mejor era adquirir un sistema de seguimiento óptico”.
El seguimiento se realizó con un sistema OptiTrack de ocho cámaras y 16 marcadores integrados en el escenario. OptiTrack, a su vez, está comunicado directamente con PIXERA a través de Stage Precision.
Uno de los principales retos que produce un sistema de seguimiento como Stage Precision está en que cuando van a rastrearse objetos, las superficies de proyección se pueden desplazar un poco, y estos cambios en el estado son difícilmente predecibles.
Heidemann comenta un reto parecido para esta producción en concreto. “Las superficies cambiantes tienden a adquirir movimientos pendulares a medida que va avanzando la obra. Y esto está en estrecha relación con el tamaño y velocidad con que movemos las superficies. Al principio estos cambios nos parecían imperceptibles, pero menos mal que el sistema de seguimiento supo ver estas variaciones y pudimos hacer algo al respecto”.
El equipo de vídeo del teatro conformado por Sabrina Treptow y Lena Thimm también contó con el apoyo de Benjamin Müller.