Respetar el medio ambiente no es suficiente para Claypaky, pues su objetivo es crear un futuro más brillante, reduciendo al máximo su huella de carbono y aumentando la eficiencia energética. Esto es solo el principio, pero las ganas ya marcan el camino.
La huella de carbono hace referencia a la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero resultantes de todas las entradas y salidas de recursos y energía empleados por nuestros productos durante todo su ciclo de vida. En un marco en que el clima está cambiando, es menester reducir este tipo de emisiones. A este respecto, y animándose a cumplir este propósito de mantener el crecimiento de la temperatura por debajo de 1,5 °C, Claypaky se suma a este reto.
Claypaky se pasa al verde
Claypaky ya ha iniciado varios proyectos para aminorar el impacto medioambiental de su actividad. Aquí vemos algunos ejemplos:
- Adopción del sistema de control Kanban para aumentar la eficiencia de fabricación y reducir residuos.
- Optimización de los procesos de producción y comprobación del aire comprimido, que se traduce en un menor consumo eléctrico general y de CO2.
- Eliminación de todas las tintas de color a base de disolvente de los envases de los productos.
- No uso de papel durante el proceso de producción.
Pero esto es solo el comienzo para un propósito mucho mayor
Tomando como referencia la sostenibilidad
Claypaky ha iniciado una nueva iniciativa bautizada como “CP Green - Spotlight on Sustainability”, que tendrá como objetivo abordar la sostenibilidad medioambiental de manera más sistemática.
Con el fin de coordinar todas las iniciativas de la empresa, integrarlas en ella y asegurar su buen hacer, también ha nacido un equipo de sostenibilidad, dirigido por Andreas Huber.
“La sostenibilidad se ha convertido en algo prioritario para Claypaky, y nuestro cometido es el de crear un mundo mejor y más seguro”, señala Marcus Graser, CEO de Claypaky
Spinlife (spinoff de la Universidad de Padua) apoyará a Claypaky con técnicas de gestión ambiental y de sostenibilidad estratégicas, adoptando un innovador enfoque científico y estratégico en un proyecto que se divide en tres fases principales:
- Cuantificación de la huella de carbono de la compañía.
- Definición e integración de un plan estratégico plurianual de gestión del carbono para llegar a ser neutros en emisiones de carbono.
- Definición del camino para compensar y reducir la huella de carbono de la compañía.
Durante las primeras fases, todo el análisis girará en torno al cálculo de la huella de carbono de la compañía, con el fin de comprender cuál es su situación respecto al medio ambiente y qué puede hacerse para mejorar. El impacto será identificado con el enfoque de la “Evaluación del Ciclo de Vida”, un trabajo de ingeniería centrado en calcular el impacto global de un producto o proceso a lo largo de su ciclo de vida útil: y todo ello siguiendo las normas reconocidas internacionalmente.
Después del análisis, se detallará un plan de gestión del carbono con medidas concretas sobre cómo compensar, reducir y neutralizar la huella de carbono de la empresa. De este modo, se comprarán créditos de carbono o se tomarán acciones encaminadas a una gestión más sostenible de las actividades.
Todos los procesos tendrán lugar bajo el amparo de la norma oficial de certificación ISO 14064-1 y con el apoyo y la validación de un organismo de certificación de terceros. En Claypaky no pueden estar más orgullosos de ser los primeros del sector en aspirar a esta certificación
“Hacer lo posible para lograr la neutralidad en el ámbito climático es fundamental para ser sostenibles. En Claypaky han comprendido la gravedad de la situación y que el momento de actuar es ahora. Para ello, han adoptado un enfoque científico eficaz que mitigue los impactos del cambio climático. En Spinlife estamos contentos de formar parte de este proyecto y de apoyar a Claypaky en esto”, afirma el profesor Alessandro Manzardo.
Spinlife, como comentábamos antes, es una spinoff de la Universidad de Padua, orientada a las empresas públicas y privadas para ayudarlas a analizar y aplicar soluciones estratégicas y sostenibles con un enfoque científico. En definitiva, la compañía ayuda a organizaciones y comunidades locales a reinventarse, mejorar sus procesos y certificar sus conocimientos y, en definitiva, a crear un puente entre la empresa y la sostenibilidad.
Primeras medidas: compensación de carbono y reducción del consumo energético
Los vuelos consumen muchísima energía y dependen completamente de los combustibles fósiles. Además, sus emisiones permanecen en la atmósfera durante mucho tiempo más y que estas se acumulen a gran altura en la propia atmósfera tiene unas consecuencias nefastas en el cambio climático. Para reducir el impacto de los viajes empresariales, Claypaky ha comprado unos 5.879 créditos de carbono que apoyan la “Central Hidroeléctrica Asahan 1 2 x 90 MW”, un proyecto de energía hidroeléctrica a filo de agua en la provincia de Sumatra del Norte creado por PT Bajradaya Sentranusa.
Este proyecto aprovecha el agua del río Asahan, que se alimenta de su fuente natural, el lago Toba. Tiene como objetivo suministrar energía con cero emisiones a la red de Sumatera. Esta red de la isla de Sumatera tiene un suministro de electricidad bastante abundante en carbono, y actualmente no tiene interconexión con la red de otras islas, por ejemplo las de Java y Kalimantan.
Claypaky también se encuentra trabajando en los nuevos envases de dibujos para eliminar el uso del poliestireno (perjudicial para el calentamiento global), algo que reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero. La compañía no para de buscar nuevas formas de reducir el consumo energético. Su fábrica será próximamente actualizada con una moderna iluminación de bajo consumo energético, y contará con nuevas máquinas de corte por láser, reduciendo así tanto el consumo eléctrico como las emisiones de CO2 en planta.
Claypaky cree que el camino hacia la sostenibilidad ha de pasar por el compromiso y la transparencia. Hasta entonces, la compañía seguirá haciéndonos partícipes de sus resultados.