Tras haber sido responsables de algunos de los momentos más icónicos de la cultura británica de los últimos años, los BRIT Awards volvieron al O2 Arena de Londres con las actuaciones de Adele, Ed Sheeran, Bring Me The Horizon, Little Simz, Liam Gallagher, Sam Fender, Dave, Anne-Marie, KSI y la ganadora del Rising Star Award, Holly Humberstone.
La relación de Britannia Row con los BRIT Awards continúa creciendo. Uno de los grandes nombres de la compañía, Josh Lloyd, volvió una edición más como diseñador de sistemas e ingeniero de mezclas en la posición FOH. Para esta edición, Lloyd creó un minucioso diseño de megafonía que permitió que la música combinara sin problemas con el diseño del escenario (esto es, evitando obstaculizar la vista del público), a la par que brindaba una organización limpia y clara al veterano personal de retransmisión.
“Como durante las últimas semanas hubo una reconfiguración del escenario y de las zonas de asientos, el diseño también hubo que cambiarlo y moverlo hacia fuera para que no cubriera las pistas del escenario”, señala Lloyd.
Junto a los K1 de L-Acoustics (volados como sistemas principales), Lloyd desplegó los K2 como sistemas laterales por su “excelente control horizontal de la directividad”.
Del relleno trasero se encargaron sistemas de cuelgue formados por SB18 y KARA II de L-Acoustics, y como sistemas de retardo se volaron cuatro sistemas de K2 por todo el recinto, complementados con gabinetes A15 también para el relleno. Para el refuerzo de bajos central y del suelo se desplegaron varios subwoofers KS28 y acompañados de otra serie de A10 como relleno. Todos los equipos recibieron alimentación de amplificadores LA12X de L-Acoustics.
“El sistema se modificó y mejoró con el fin de obtener los mejores resultados posibles, lo que resultó en una cobertura uniforme y un diseño que logró ajustarse a las grandes videowalls y a la estética visual que requería el espectáculo”.
Pese a todos los retos que tuvieron que afrontar, Lloyd quiso recalcar que el equipo de Brit Row quedó más que satisfecho con el diseño de este año
Lloyd trabajó desde la posición FOH, realizando sus mezclas desde una Quantum 7 de DiGiCo. No hubo más consolas que las de DiGiCo durante todo el evento, y esto básicamente se decidió para mantener la flexibilidad. En palabras de Lloyd, “no existe otra consola que ofrezca semejante flexibilidad para un espectáculo de este tipo”.
El ingeniero Chris Coxhead se basó en un par de consolas con SD12 de DiGiCo para mezclar a los distintos presentadores, mientras que Jon Lewis y Wayne “Rabbit” Seargent trabajaron desde dos consolas Quantum 7 de DiGiCo para la monitorización del escenario. Gavin Tempany de Brit Row también usó una DiGiCo SD12 para submezclar la orquesta durante la segunda actuación de Ed Sheeran.
Por otra parte, el ingeniero de monitorización James “Kedge” Kerridge fue el encargado de mezclar en los BRIT al cantante de hip hop experimental Little Simz. “Siempre llevo una alegría cuando me toca mezclar en un sitio con una consola de DiGiCo, ya que tengo todas las garantías de que los archivos que envíe se procesarán a la perfección. Me gusta poder jugar con la interfaz rápido, con la tranquilidad de que nada va a ir mal, y es que suenan genial. No tengo intención de probar otra cosa, porque estas consolas me proporcionan todo lo que quiero”.
Un año más, Brit Row concedió dos plazas para colaborar con ellos a dos alumnos de la BRIT School, un destacado centro de formación especializado en artes escénicas y tecnologías.
Como parte del programa de este año, los participantes Rhys Barratt y Hannah Woosnam-Savage llegaron al campamento de Brit Row para trabajar junto al equipo de la compañía y descubrir de primera mano todo lo necesario para producir un sistema de audio para un evento de estas características.
Lucy MacKinnon se encargó de coordinar los sistemas de radio para los BRIT, y decidió basarse en 26 dispositivos Sennheiser 6000, 12 Shure Axient Digital, 34 Sennheiser 2000 y cuatro IEM Shure PSM1000.
“Actualmente es muy popular el uso de micrófonos inalámbricos o IEM, y hay espectáculos que dependen de ellos. Además, en el Reino Unido son muy estrictos con las licencias. En este caso, fue todo un desafío coordinar más de 120 canales en un espacio tan limitado”.
Otro de los retos a los que se enfrentó MacKinnon fue ajustar los requisitos y los equipos de radiofrecuencia extra que trajeron los artistas.
“Cuando por fin formulé la idea inicial y el espectáculo comenzó a coger forma, todo empezó a fluir. El equipo de Britannia Row que me acompañó fue maravilloso, concretamente Adrian Roche, que se hizo cargo de todas las pruebas de línea y del control de los micrófonos RF y los IEM. Todo esto, sumado a un kit de una calidad tan excepcional y a un rack de buena calidad personalizado por el propio personal del almacén, garantizó el buen flujo del show de principio a fin”.