En abril, en los terrenos del Empire Polo Club en Indio, California, el artista Cristopher Cichocki ideó una instalación notable: Circular Dimensions x Microscape de cinco metros de altura, construida con más de 25.000 metros de tubos de PVC, retratando un espectáculo visual que examina la continua exploración del agua del artista y la historia del desierto.
El pabellón, en forma de concha, contenía un laboratorio viviente donde científicos y artistas generaron "videopinturas" experimentales manipulando agua, sal, percebes y algas del Mar de Salton bajo microscopios y proyectando esa actividad en tiempo real dentro del "núcleo" del pabellón. Las impresionantes imágenes también tenían un componente auditivo igualmente sorprendente, proporcionado por la tecnología de audio inmersivo L-ISA de L-Acoustics.
Los diseñadores de sonido Jonathan Snipes, que enseña diseño de sonido en el departamento de teatro de la UCLA, y Bobby McElver, profesor de síntesis de campos de ondas en la UC San Diego, instalaron un total de 60 altavoces en el entorno del túnel.
El sistema 57.1 presentaba una combinación de altavoces coaxiales L-Acoustics X8 y 5XT compatibles con cuatro subwoofers SB18, mientras que varios arreglos en línea mini Kiva II además proprocionaban una versión mono de la experiencia multicanal alrededor del exterior del túnel.
En particular, todo el sistema fue impulsado por el nuevo controlador amplificado LA7.16i altamente eficiente del fabricante, que se presentó oficialmente en ISE e InfoComm de este año. Ofreciendo una arquitectura 16x16 sin precedentes en un chasis 2U con redundancia Milan-AVB perfecta, cada uno de los 16 canales de salida de la unidad ofrece hasta 1300 vatios a 8 ohmios o 1100 vatios a 4 ohmios.
Con el nuevo LA7.16i centrado en la sustentabilidad, pudimos implementar solo cuatro controladores amplificados que ocuparon ocho espacios de rack en total para esta exhibición, lo que supuso un gran ahorro en términos de espacio físico en comparación con el uso de LA4X o LA12X. El LA7.16i también requiere significativamente menos energía para funcionar y genera menos de la mitad del calor que nuestros otros modelos, lo que ayuda a que la sala de tecnología debajo del escenario, donde también se alojó el equipo de video, no sea un horno en el desierto de California. Además, la solución Milan-AVB del nuevo controlador amplificado es extremadamente rápida y eficiente de configurar, aunque teníamos tantos canales, toda la configuración y calibración se hizo en menos de media hora. Gracias al equipo de RAT Sound, esta fue una implementación piloto ideal para el LA7.16i, comparte Carlos Mosquera, ingeniero de proyectos de aplicaciones de L-Acoustics.
“El audio que suelo interpretar tiene un aspecto de espacialización muy tridimensional”, explica el artista, Cichocki, cuyo apellido se pronuncia “cha-ha-skee” y se traduce como “silencio” en polaco. “Bobby y Jonathan son profesionales del diseño de sonido con los que he trabajado a menudo y sugirieron que la tecnología L-ISA tenía el potencial de llevar la espacialización tridimensional al siguiente nivel para Circular Dimensions. Al final resultó que, el tipo de entorno de banda ancha que había diseñado para la instalación era perfecto para eso”.
Cichocki, que realizó sesiones de DJ en vivo durante varias horas cada noche, desarrolló horas de contenido de audio para la instalación y la presentación compuesta por pistas de sonidos naturales y otros elementos tan dispares como cantos gregorianos y grabaciones de discursos de la ecologista Greta Thunberg. Estos conjuntos experimentales evolucionaron desde el ambiente durante el día hasta una pista de baile de alta energía por la noche, todo configurado en ocho canales y reproducido a través de Ableton Live.
Para prepararse para el evento, Snipes y McElver pasaron un par de días con Mosquera para crear el diseño del sistema para este proyecto en L-ISA Studio en Westlake Village, California, que también utiliza una gran cantidad de gabinetes X8 y 5XT.
Sin saber qué pistas usaría Cristopher, en última instancia para sus sets, Bobby y Jonathan tomaron una variedad de pistas, percusivas, ambientales, melódicas, y propusieron numerosas formas para que el artista controlara el movimiento del sonido en todo el espacio con L-ISA, recuerda Mosquera.
“Primero, crearon una selección de ajustes preestablecidos de instantáneas que Cristopher podría activar intencionalmente desde su iPad, lo que haría que el audio se moviera de formas específicas alrededor de los altavoces dentro del túnel de PVC. La intensidad de estos efectos también se podía controlar con una barra deslizante en su iPad, como una mezcla seca/húmeda. En segundo lugar, Bobby y Jonathan crearon varios efectos "reactivos", que también generarían trayectorias de audio, como enviar todo al centro o desplazar el audio en una onda de un lado al otro. Estos se activarían automáticamente cuando se cruzaran ciertas frecuencias u otros umbrales en el material de reproducción. Este segundo enfoque creó algunos movimientos creativos muy interesantes sin que el artista tuviera que iniciarlos personalmente. Los dos enfoques combinados permitieron a Cristopher tomar cualquier material que quisiera reproducir y decorar solo dos canales en docenas de salidas en L-ISA, creando una experiencia auditiva bastante increíble", continúa.
A través del sistema final más grande, mientras Cichocki mezclaba sobre la marcha, el contenido de audio pasaba por el procesamiento diseñado por Snipes y McElver. “Cristopher es un artista visual que proporcionó el contenido de audio pero no lo reorganizó. Tomaría ese contenido en vivo en el momento, como un DJ, por lo que no pudimos preautorizar ninguna información de trayectoria”, confirma McElver. “En cambio, Jonathan y yo construimos herramientas que Cristopher podía usar para extraer tipos específicos de sonidos y ritmos según los necesitaba. Algunos de ellos eran reactivos, y todo pasó por un análisis espectral y tímbrico en tiempo real para que pudiera conectarse con otros sonidos y ritmos de esa manera”.
McElver usó Max 8 de Cycling 74 para ese análisis, luego configuró macros usando la función de instantáneas en el controlador L-ISA, lo que permitió a Cichocki recuperar instantáneamente bits específicos de contenido de audio, incluso mientras el resto del contenido continuaba reproduciéndose en forma automática a través del L-ISA Processor II .
“Cristopher podía ver dónde estaban los distintos objetos de audio en el controlador L-ISA del iPad, y podía cambiar la velocidad y la intensidad de las otras fuentes de audio usando un control deslizante de intensidad que proporcionamos”, dice McElver. “Él podía enviar sonidos volando por el espacio, pero luego el sistema volvía al modo automático, por lo que nunca había ninguna interrupción en el sonido”.
Snipes se describe a sí mismo como el "hombre de middleware" en el proyecto, creando los medios para que Cichocki siga agregando y cambiando el audio sin dejar que se detenga. “Estaba buscando el punto óptimo donde él pudiera tener control sobre la interpretación y su intensidad y otros parámetros, pero también asegurándome de que hubiera actividad de sonido en todo momento, parte de la cual era aleatoria y parte reactiva”, dice. “Lo que L-ISA aportó a este proyecto fue una forma de colocar todas esas fuentes de sonido discretas en un solo lugar y luego dejarlas moverse y seguir moviéndose, ya sea de manera intencional o automática. L-ISA tiene las herramientas para eso y es lo suficientemente robusto para hacerlo en un entorno desértico”.
Las multitudes que vinieron a experimentar Circular Dimensions x Microscape no fueron las únicas que quedaron impresionadas; Cichocki quedó igualmente asombrado con los resultados. “Lo que logramos con L-ISA fue espectacular”, agrega.
Fue emocionante ver cómo la gente se movía por el túnel y se preguntaba cómo podía moverse el sonido de la forma en que lo hacía, al mismo nivel que las imágenes. Eso es bastante notable en el mundo de las instalaciones de arte, concluye.
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