El artista Paul Wells de Sydney Props Specialists se encargó de iluminar una escultura para celebrar el “Año del Buey” chino. La obra fue iluminada con Titan Tubes y NYX de Astera, en colaboración con Sydney Event Services.
La escultura pudo disfrutarse durante tres semanas en el puerto Darling Harbour de Sídney. El encargo fue realizado por las autoridades portuarias y costeras de la ciudad, que encargó a Paul la iluminación y creación de la obra en un plazo de apenas un mes.
El especialista y compañero, Mitch Hancock, ayudó a Paul a hacer realidad la iluminación y entrega de este proyecto
Cuando Paul y Mitch se pusieron a trabajar en la escultura (que iba a tener unas dimensiones de 1,16 x 2,4 metros), se dieron cuenta de inmediato de que les iba a ser imposible soldar la obra a mano. Así fue como decidieron acudir a la impresión en 3D, la cual facilitó una enorme impresora digital situada en Composite Images, en Artarmon.
Por suerte, el resto de requisitos pudieron mantenerse y Mitch pasó a centrar su atención en la iluminación: su elección final fue Astera.
Para un proyecto como este, el poco peso y el control inalámbrico de los dos Titan Tubes y las cinco bombillas NYX fue ideal. Estas luminarias también destacaban por su rica gama cromática y la suavidad de haz.
Los dos Titan Tubes iluminaron el cuerpo de la escultura, y las bombillas se distribuían por el resto de las extremidades, dibujando el contorno de la obra y otorgándole un brillo y una luminosidad uniformes.
Los Titan Tubes se fijaron a la estructura por medio de las propias estructuras de Astera, y las bombillas se instalaron en soportes impermeables, directamente colocados en el interior de la escultura.
Astera, además de ofrecer a sus usuarios y clientes la fiabilidad característica de sus productos, aumenta su propuesta de valor con una variada y selecta gama de accesorios que proporcionan todo lo necesario para lograr una instalación única y personalizada.
Otro de los requisitos que habían de cumplir estas luminarias era contar con resistencia a condiciones climáticas adversas. En este sentido, que los productos de Astera contaran con clasificación para exteriores fue de gran ayuda. Además, en el éxito de la escultura también influyó el control inalámbrico desde la Astera App.
Paul quiso destacar que, como era de esperar, las luminarias también tenían que destacar por su calidad y su aspecto de haz. Aunque en un principio la iluminación solo iba a estar activa por la noche, la eficacia de los equipos de Astera hizo posible que también estuviera activada durante el día, dándole más vida, textura y energía a la escultura.
El suministro eléctrico llegaba por una de las patas traseras del buey, hasta una especie de rodapiés impermeable que aseguraba el interior de la instalación.
Para la iluminación, el cliente especificó cuatro combinaciones de colores distintas, que fueran alternándose según el momento. Este cambio fue rápido y sencillo gracias a la Astera App.
Garantizar la seguridad y el mantenimiento de la escultura en el exterior fue el mayor reto al que se enfrentaron Paul y Mitch, ya que esto fue algo que tuvieron que tener presente durante todas las fases del proyecto. Al final lo consiguieron, como hemos visto, pero, por muy difícil que fuera, ambos artistas disfrutaron de cada paso.
El buey del Darling Harbour arrasó durante su exposición de tres semanas, y logró convertirse en una de las atracciones más emblemáticas de la ciudad por Instagram.
*Photo credits: Paul Wells