Justo el mismo día de septiembre en que se celebró el “Día de la Libertad” de Dinamarca (que marcaba el fin de las restricciones por Covid-19), una nueva producción musical llegó al Royal Arena de Copenhague con Jesucristo Superstar junto a la Orquesta de Cámara Danesa (Danmarks Underholdningsorkester).
La obra fue dirigida por Andreas Vetö y contó con un espectacular despliegue de iluminación y escenografía obra de Sune Verdier. Esta versión de la famosa ópera rock de Andrew Lloyd Webber fue un auténtico crossover de los mundos del teatro y el rock, bajo una iluminación y puesta en escena impresionantes.
El esquema de iluminación incluía un set de luces móviles de Robe formado por casi 150 luminarias. Todas fueron proporcionadas (junto a los sistemas de audio) por European Tour Production (ETP), con sede en Copenhague. Otro de los aspectos que más destacaba del escenario era su enorme tamaño, ambientado por un halo crudo, austero y minimalista.
Un amplísimo andamio de tres pisos acogía a la orquesta, mientras que la zona de actuación abarcaba una superficie de 30 metros de largo y 3 de ancho. Gracias a esta combinación de elementos, los actores pudieron acercarse al público y tener algunos momentos cara a cara.
Como la producción no contó por espectáculo de vídeo, toda la responsabilidad cayó en la iluminación para lograr en la obra la emoción, el drama y la provocación requeridas. “Queríamos que el esquema de iluminación estuviera lleno de energía, a la par que fuera sencillo e impactante”, señaló Sune, destacando el hecho de que, aunque pareciera pan comido, llevarlo todo a cabo era una tarea cuanto menos compleja.
Durante la fase de organización y planificación, aún se desconocían los detalles concernientes al aforo permitido en el recinto. De este modo, planificaron la producción en un formato anfiteatro, con gradas de asientos cubriendo 270º. Esta decisión también condicionó el diseño lumínico, así que Sune tuvo que ver cómo iluminar correctamente la orquesta de 31 músicos, el coro de 28 personas y los nueve directores.
Sune comenzó por diseñar la iluminación para un arco de torres verticales que se dispusieron detrás del escenario. Sobre estas instaló las 16 MegaPointes de Robe. Para este espectáculo, estas luces se dedicaron, principalmente, a labores de retroiluminación pesada, proyección patrones y desde la orquesta. Cuatro de estas luminarias se alinearon en posición central para apuntar directamente hacia la pasarela.
Sune usa regularmente las MegaPointes para diseñar los esquemas lumínicos de más producciones en que participa. Estos también son algunos de los dispositivos favoritos de ETP
A las MegaPointes se les añadieron 24 Pointes, extendiendo el arco alrededor de la parte trasera del escenario y ampliando la iluminación hacia los perímetros exteriores. Las Pointes se agruparon en grupos de cuatro y se dispusieron sobre las gradas de asientos que quedaron inutilizadas.
La idea fue lograr ampliar la sensación de magnitud y profundidad del escenario, así como que la iluminación pudiera verse tanto dentro como fuera del público.
Las 25 ESPRITES fueron una de las últimas adquisiciones de ETP. Jesucristo Superstar ha sido su tercera producción desde julio y la primera ocasión en que Sune las ha usado. “Es una luminaria perfecta para trabajar con ella a 20 metros”.
Se instalaron catorce ESPRITES como luces de perfil principales sobre la columna vertebral que se elevaba sobre la pasarela. Fueron usadas para desplegar una serie de efectos de gobo y color, así como para algunos efectos de persecución y de enmarcado que seguían a los actores cuando iban subiendo y bajando por la rampa.
Se instalaron otras ocho ESPRITES sobre dos grupos trusses preinstalados en posición de matriz frontal (algo que sería frecuente en un desfile de moda), localizados a ambos lados del final de la pasarela. Otras tres se colocaron sobre la gran cruz colgante sobre el centro del escenario para desempeñar labores de iluminación clave.
La labor de las Spiider fue, simplemente, encomiable. A Sune le entusiasma su potencia de haz, su zoom (reducible hasta 4º) y su calidad de proyección para efectos de lavado.
Se volaron dos enormes cápsulas a cada lado del escenario de la orquesta, cada una con nueve Spiiders. El resto fueron instaladas detrás de las bandas, reforzando la iluminación trasera.
En un principio, la orquesta pudo representar este espectáculo el pasado verano de 2020, la primera vez que pudieron levantarse algunas restricciones por la pandemia. Así, pudieron aprovecharse algunos equipos de iluminación usados (como las tiras LED móviles CycFX) para instarlos a lo largo de la parte delantera del escenario como iluminación de candilejas.
Estas fueron sustituidas en el Royal Arena por una hilera de 38 LEDBeam 150 que resultaron combinar perfectamente con las Spiiders, a la vez que proporcionaban el relleno ideal como luces de lavado o haces de luz de entre el público.
Además de todas las luminarias de Robe, Sune contó con otra serie de equipos de iluminación LED como píxeles individuales para delinear la cruz y varias PAR CP60 para la parte posterior de las torres, ideales para los efectos flash de tungsteno. La producción también fue un homenaje a la iluminación de toda la vida de eventos ochenteros de rock and roll, la época en que se escribió Jesucristo Superstar.
El propio Sune fue el encargado de programar y controlar la iluminación mediante una consola grandMA3
El principal desafío fue hacer frente al poco tiempo para hacer pruebas. Sin embargo, el equipo pudo contar con un esquema de dispositivos previo, que poco a poco fue aumentando conforme fueron aumentando las necesidades de la producción.
Sune está encantado de poder trabajar con la Orquesta, y cree que cada espectáculo es una gran oportunidad para desarrollar el talento junto a Andreas Vetö. Juntos, no paran de crear y de idear en varios espectáculos y producciones artísticas.