El cincuentenario Centro Cultural Saarepeedi de Estonia ha recurrido a la empresa Heliart OÜ para la actualización de su sistema de megafonía. Junto a su equipo, el director de Heliart OÜ, Priit Kivimägi, buscó un sistema con un alto nivel de presión sonora, una cobertura uniforme y una estupenda inteligibilidad vocal.
El equipo seleccionado fue un sistema de altavoces de la serie QX300 de Eastern Acoustic Works (EAW), acompañado de sus respectivos subwoofers activos RL18S.
El Centro Cultural Saarepeedi (Estonian Saarepeedi Rahvamaja) se encuentra en el sur de Estonia, cerca de la ciudad de Viljandi, a menudo considerada como el corazón de la música folclórica estonia. Este centro tiene un carácter multipropósito, y acoge todo tipo de eventos y actividades culturales.
El local ya iba necesitando instalar un nuevo sistema de sonido. Este necesitaba tener un gran control de los patrones de banda ancha y también de las bajas frecuencias, pues el centro recibía muchos espectáculos de coros e interpretaciones de música tradicional. La configuración sonora consta ahora de dos EAW QX364 dispuestos en un sistema de colgado de izquierda a derecha. Estos altavoces fueron complementados por cuatro subwoofers EAW RL18S colocados justo en el centro del escenario. La instalación sonora se enfrentó a ciertas limitaciones espaciales, así que se construyeron algunos marcos sobre las estructuras interiores del escenario, en los que se almacenaron los subwoofers a medida.
“El driver de compresión tiene una bobina móvil de 4 pulgadas, así como una bocina que uniformiza la directividad. A su lado, se encuentran dos pares de drivers de baja frecuencia de 10 pulgadas. Así logramos ampliar el patrón de control de las frecuencias más bajas, manteniendo el despliegue de sonido lejos de las paredes y del techo, así como de los asientos del público. Gracias a esta característica pudimos luchar contra los retos que nos presentaba la estructura de hormigón y de techos altos del edificio”.
Otro de los aspectos que se tuvieron en cuenta durante la instalación hacía referencia a la facilidad de uso del nuevo sistema
“Desde un principio, sabíamos que la serie QX de EAW y los subwoofers RL18S iban a ser manejables y bastante fáciles de manejar. Si a estas cualidades le añadimos su elegante y compacto diseño, todo son ventajas. Es precisamente su diseño simétrico lo que más me gusta de esta serie”.
A la hora de elaborar el esquema sonoro, el equipo de integración tuvo que valorar el sistema eléctrico local. Como se trataba de un edificio antiguo, el sistema estaba obsoleto y no podía dar respuesta a las necesidades digitales modernas. “Lo último que queríamos era que el sonido se perdiera o que realizara ruidos extraños. Por lo tanto, diseñamos un nuevo esquema eléctrico que pudiera satisfacer las demandas del nuevo sistema de sonido e iluminación. El resultado fue un diseño de distribución totalmente automatizado y optimizado”.
Las opciones de alimentación de los sistemas de EAW también presentaron una ventaja al poder elegir entre modo simple, biamplificado o triamplificado. “La configuración triamplificada fue clave para mantener las impedancias, las pérdidas de cableado y otra serie de costes extra de amplificación. Los altavoces QX300 son estupendos, y su eficiente consumo energético también es de agradecer”.
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