El Fine Arts Building de Chicago es un tesoro románico en el barrio Loop de la ciudad, y dentro de él hay una joya aún más exquisita: el Teatro Studebaker de 600 asientos. El Fine Arts Building, originalmente construido como el sitio de ensamblaje de carruajes de Studebaker Company en 1885.
Posteriormente tomó su forma y nombre actuales en 1898, momento en el que también nació el Teatro Studebaker. Después de una renovación de 1917, el lugar experimentó muchas transformaciones durante el siglo pasado como un cine, estudio de televisión, entre otros.
Después de tanto tiempo, hacía falta una renovación adecuada y eso, finalmente, sucedió el año pasado, con una actualización multimillonaria que también incluyó un nuevo sistema de altavoces L-Acoustics Kara II, diseñado conjuntamente por el consultor Threshold Acoustics y el integrador OSA Integrated Solutions.
Los nuevos propietarios del lugar se pusieron en contacto con Threshold Acoustics y querían un nuevo sistema AV, incluido el sistema PA. Dado el alcance del trabajo en el teatro y el marco de tiempo, se decidió que OSA y Threshold trabajarían juntos en un enfoque de diseño/construcción que le daría al teatro el sonido que necesitaba de la manera más eficiente y efectiva posible, dice Brandon Gardner, Director de Integración AV de OSA, que instaló el nuevo despliegue de altavoces la primavera pasada, junto con un DiGiCo Quantum225 FOH consola y D2-Rack como parte del proyecto.
Ese esfuerzo se extendió a una infraestructura completamente nueva para el montaje, la alimentación y el cableado, diseñada por Schuler Shook, parte de la cual es compatible con el nuevo sistema de megafonía, al que se le pediría que proporcionara el sonido para la amplia gama de eventos y actuaciones que se llevan a cabo en el teatro. A principios del siglo XX, era el vodevil y las óperas; hoy, el programa también incluye musicales, conciertos orquestales, espectáculos de danza y eventos corporativos, así como el popular programa de preguntas y noticias de larga duración de NPR, Wait, Wait... Don't Tell Me! Un PA tendría que hacerlo todo y Kara II de L-Acoustics fue considerado el indicado.
Los lugares más antiguos como el Teatro Studebaker pueden presentar desafíos únicos. En este caso, la cobertura fue clave: lograr que el sonido llegara hasta los confines de la habitación y a través de los asientos de los balcones, que nunca habían estado cubiertos adecuadamente por los sistemas de sonido anteriores, fue un gran reto, dice Gardner. “Eso, y tener un PA que funcione para conciertos de alto decibelio, así como producciones matizadas como eventos corporativos”, explica. “Kara II puede hacer todo eso y aún tener un perfil bajo, dejando que la belleza de este teatro brille”.
Mercer M. Aplin, consultor sénior de Threshold Acoustics, con sede en Chicago, dice que el espacio geométricamente difuso fue realmente un desafío, al igual que la producción sofisticada programada para el verano pasado, que inauguró el nuevo y mejorado Teatro Studebaker: Skates, un nuevo musical.
La renovación del audio fue compleja y el tiempo apremiaba. Estábamos a merced de los mismos problemas de la cadena de suministro que experimentaba el resto de la industria AV profesional, así que decidimos asociarnos con un contratista que pudiera ayudar con los esfuerzos de ingeniería y con la coordinación de la instalación. Nos asociamos con OSA porque tienen experiencia con renovaciones complejas y, como casa de alquiler, podrían llenar temporalmente cualquier vacío en el sistema con equipos de alquiler mientras esperábamos que llegara el nuevo equipo, dice Aplin.
Threshold optó por un diseño LCR, uno que abordaría todos los requisitos teatrales del lugar, con el grupo central ajustado para las voces y el izquierdo y el derecho como arreglos musicales principales. Los balcones fueron la tarea principal y, utilizando el software L-Acoustics Soundvision, Threshold pudo colocar una combinación de altavoces 5XT y X8 para cubrir cada centímetro cuadrado de esos espacios.
“Usamos dos líneas debajo del balcón inferior, una línea de 5XT y una de X8, para obtener cobertura de baja frecuencia en la posición de mezcla de la casa principal. Seguidamente, utilizamos una técnica similar con una sola línea de X8 para los asientos del balcón”, explica Aplin. “El Teatro Studebaker nos presentó desafíos reales y L-Acoustics ofreció soluciones reales”.
El nuevo sistema consta de ocho altavoces Kara II por lado, con un colgante central que consta de ocho altavoces Kiva II, mientras que cuatro subwoofers KS21 suspendidos proporcionan el extremo inferior. Cinco altavoces 5XT se alinean en el borde del escenario como relleno frontal, con cinco más utilizados para llegar a las áreas debajo del balcón. Se utiliza una combinación de 20 altavoces X8 como rellenos laterales, rellenos más profundos debajo del balcón, rellenos laterales superiores y cobertura para los asientos VIP. Cuatro controladores amplificados LA2Xi y ocho LA4X lo alimentan todo.
Y cada uno de esos componentes tiene un propósito específico al abordar la acústica del lugar. “Estos teatros antiguos se crearon antes de la amplificación y se diseñaron para que la voz humana se escuchara por todas partes, especialmente en las esquinas”, explica Kevin Scott, director técnico del Teatro Studebaker. “Empujar el sonido amplificado en el espacio crea un lío de reverberación y reflejos. Los altavoces L-Acoustics se eligieron cuidadosamente para poder tener un audio preciso en las esquinas, especialmente debajo del balcón. El resultado ha sido tremendo; podemos encender el sistema a la mitad de volumen que antes y obtener el doble de claridad y cobertura”. Scott señala que Threshold Acoustics registró cuidadosamente los desafíos de la sala.
Nuestro nuevo Kara II PA de alta calidad, combinado con algunos tratamientos acústicos, como cortinas, realmente ha hecho que el sonido del Teatro Studebaker destaque. Además, es un sistema muy versátil, dinámico y multiusos que funciona bien para música alta, palabras habladas y todo lo demás, dice.
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