Britannia Row escogió el K1/K2 para los conciertos de la icónica banda de rock inglesa, siempre planificando los escenarios con Soundvision.
The Cure tiene algo que muy pocos grupos tienen: un sonido y una puesta en escena completamente únicos e identificables. La empresa londinense Britannia Row Productios lleva con Robert Singer y sus compañeros desde 1979 para hacer de cada concierto una experiencia inolvidable. Por eso, la banda ha vuelto a recurrir a Britannia Row para darles soporte en la carretera con un sistema K1/K2 de L-Acoustics.
A parte de alguna que otra escapada musical, la gira The Cure Tour 2016 es la primera salida oficial del grupo desde la gira de 4:13 Dream en 2008. Este nuevo tour ha recorrido toda Norte América con 33 conciertos y, ahora, visita 17 países europeos con 34 conciertos.
Para preparar esta gira mundial, Britannia Row se hizo con un gran número de productos de L-Acoustics, incluídos el K1, el K1-SB, el Kara, el ARCS II, el ARCS Wide, el X8 y el 5XT, además de los subwoofers KS28 y del controlodar de amplificaicón LA12X. La disposición de los altavoces incluye dos arrays principales K1/K2 a derecha e izquierda y K1-SB de baja frecuencia colgantes detrás de cada array. Unos K1/K2 adicionales se colocan en los laterales de las gradas, mientras que los arrays duales ARCS II cubren el área detrás del escenario. Un Kara de perfil bajo ofrece un relleno frontal con vitrinas ARCS II en cada lado. Altavoces KS28 en el suelo cubren la parte más baja del escenario en combinación con un LA8 y un amplificador LA12X.
«Lo primordial es ofrecerle la consistencia que pide Paul Corkett, el técnico de FOH», asegura el director ejecutivo de Brit Row, Bryan Grant. «Sin embargo, igual de importante es que los miles de asistentes a los conciertos, sea cuales sean sus asientos, escuchen a la perfección a The Cure». El mayor reto ha sido adaptar el sistema a diferentes escenarios y ubicaciones, con condiciones cambiantes. «La gira ha pasado por grandes estadios, canchas de baloncesto universitario, enormes anfiteatros y campos en el exterior; pero el K1/K2 estuvo a la altura de las circunstancias y demostró ser el mejor sistema para la carretera», apunta Grant.