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Ruhrtriennale abraza la Yamaha Rivage PM10

Todos los agostos el festival internacional de Ruhrtriennale trae música, danza, teatro, performances y otros tipos de arte a los antiguos edificios industriales de la región alemana de Ruhr. Todo el festival gira en torno al Jahrhunderthalle, un cuarto de calderas de la planta siderúrgica de Krupp en Bochum, cuya acústica supone un reto constante para los técnicos de sonido; sin embargo, este año la consola Yamaha RIVAGE PM10 consiguió domar el sonido durante la ópera Alceste.

Jahrhunderthalle es una localización única construida en 1902 como centro de exposiciones temporal en Dusseldorf. Al año, se reconvirtió en el generador de energía de la planta de Krupp. En 1991, veinte años después de que el edificio quedase fuera de uso, se decidió utilizarlo como centro de entretenimiento y desde 2003 funciona como escenario principal de Ruhrtriennale.

El festival gira en torno a una expresión muy significativa: Seid Umschlungen o ser abrazador. Will-Jan Pielage, el director técnico y diseñador del sistema de audio de Alceste, decidió que su objetivo sería, literalmente, envolver en un abrazo de sonido a la audiencia de una manera muy natural. Esto, sin duda, supuso un gran reto ya que el espacio se trata de un edificio rectangular y largo con superficies duras y reflectantes.

«Siempre he sido admirador de Yamaha y, después de trabajar con la PM1D durante años, he estado esperando usar la RIVAGE PM10», confiesa Pielage. «Probé una demo de la consola y supe que era un gran paso adelante en términos de sonido; así que cuando diseñé el sonido de Alceste decidí ponerme manos a la obra y usarla».

La RIVAGE PM10, proporcionada por la empresa de alquiler de Bergneustadt Babbel & Haeger, dispuso de tan solo cuarenta canales de entrada. Sin embargo, los novecientos espectadores situados en forma de L supusieron que las salidas fueran más complejas. De esta manera, se usaron veintisiete salidas en los setenta y dos buses de mezclas de la consola.

Alceste04 HIGH«Lo más importante para conseguir un sonido lo más natural posible fue la colocación de las fuentes de audio: una orquesta, un coro y solistas vocales. El escenario de 45 x 15 m supuso un reto para programar el retardo del solista cuando se movía hacia el fondo», explica Pielage. «Necesitamos dieciocho buses de mezcla para la orquesta, incluidos dos para los altavoces bajo el público. Además, usamos otros cuarenta y dos para la alineación de las seis posiciones de escenario de los siete solistas y otros doce para otras posiciones y para el monitorizado y seis auxiliares. En definitiva, llevamos la consola a su límite».

«Todas las fuentes estuvieron alineadas en el tiempo. Como la orquesta y el coro no se movían, utilizamos valores fijos en diez grupos de altavoces que colocamos sobre el escenario», explica Gunnar Brandt-Sigurdsson, encargado de mezclar las actuaciones. «Para los siete cantantes, programamos el tiempo de alineación de sus posiciones en la RIVAGE PM10 y lo memorizamos con la función Focus. Cada memorizado actualizaba la posición de un cantante sin tocar el resto».

La ubicación del escenario se encontraba en un edificio hecho de metal y cristal, lo que magnificaba las temperaturas estivales del exterior. «Durante las actuaciones alcanzamos los 37º C y una humedad indescriptible pero la RIVAGE PM10 no dejó de funcionar en ningún momento», resume Gunnar.

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