Fundado en 1866, el Teatro de Friburgo es el teatro más antiguo y grande de toda la ciudad alemana de Friburgo. En 1910 fue trasladado a su sede actual y, con el paso de los años, ha experimentado muchas reformas y actualizaciones; aunque todo hay que decirlo, algunas más acertadas que otras.
Hace poco, el centro adquirió dos consolas de mezcla digital RIVAGE PM7 de Yamaha; una inversión que ha traído cierta tranquilidad al equipo del teatro y, más concretamente, al jefe de sonido Jonas Gottschall y su equipo técnico.
El espacio acoge obras orquestales, óperas, musicales, espectáculos de danza y representaciones teatrales, y entre sus instalaciones podemos encontrar un escenario principal, un escenario más pequeño y otro escenario de cámara.
En lo que respecta a su instalación sonora, la sala puede presumir de una larga historia con Yamaha, que se remonta a los tiempos de la DM2000 o de la mítica PM5D. En años posteriores, el centro ha invertido igualmente en otra clase de consolas ya que, por aquel entonces, no existía ninguna consola Yamaha que se ajustara completamente a las exigencias del teatro.
“Ha habido momentos en que hemos tenido que adaptar nuestro flujo de trabajo a la tecnología disponible. En 2014 tuvimos que separarnos de Yamaha, y tampoco es que diéramos con una solución adecuada para nuestras instalaciones, ya que invertimos en una consola que tenía problemas de todo tipo: desde la conexión red, pasando por la interfaz hasta el control DSP”.
Pero lo peor aún estaba por llegar y, lamentablemente, llegó. Tres de las producciones del teatro tuvieron que ser paradas a mitad de la interpretación debido a problemas de sonido. “El fabricante tardó seis meses en hacer frente al problema y, en realidad, creo que nunca llegó a figurar una solución”.
Con la serie RIVAGE PM, Yamaha no solo ha continuado demostrando su compromiso por la fiabilidad y la durabilidad de sus consolas, sino que además ha ido añadiendo características nuevas (que, afortunadamente, son las mismas que el teatro necesitaba). Así volvieron a cruzarse los caminos del Teatro de Friburgo y de Yamaha, y la inversión en consolas RIVAGE PM7 se hizo más que obvia.
“Para mí no existe un atributo tan importante como la confianza. Sea cual sea el sistema, como usarlos, siempre queremos un servicio técnico que esté ahí para nosotros en caso de que exista algún problema. Si esta comunicación no funciona, todo va mal. Desde que recuerdo, los sistemas de Yamaha siempre han funcionado correctamente: ni un solo problema de software, ni de conexión de red, ni nada por el estilo”.
La RIVAGE PM7 cuenta con un modo especial para teatros. Este modo no solo trae ventajas a la hora de mezclar en este tipo de recintos, sino también a la hora de instalar la consola. ¡Jonas fue capaz de instalar él solo ambas consolas!
“Si tengo que hablar de sus características, diré sin duda que su calidad sonora cada vez es mejor. También me gustan mucho sus ecualizadores dinámicos. Procuramos que la amplificación de los actores en el escenario sea la mínima, y si hay que subir el volumen de los equipos, los ecualizadores hacen que el sonido parezca distinto con los micros”.
Como el resto de centros y salas de todo el mundo, el pasado año ha sido una época dura, en la que el Teatro de Friburgo tuvo que verse obligado a cerrar sus puertas. Por esta razón, la innovación y la disponibilidad al cambio tiene que ser una parte trascendental del presente y futuro del teatro.
* Tu comentario en la Revista ISP Audio & Light * Comparte el articulo en las redes