Metallica no necesita presentaciones. Como una de las bandas de speed metal más emblemáticas de todos los tiempos, ofreció el pasado mes de diciembre dos conciertos únicos en el Chase Center de San Francisco, para celebrar 40 años de música y shows de ensueño.
El diseñador Rob Koenig trabajó en estrecha colaboración con el diseñador de producción Dan Braun para crear una impresionante escenografía formada por 45 videowalls con varias capas y superficies superpuestas. Las pantallas se usaron para mostrar vídeos, entrevistas, artes y cualquier otro material de archivo de las últimas cuatro décadas. La iluminación fue clave para destacar tanto la escenografía, como a Metallica y al propio público. La energía podía sentirse en el ambiente, y parecía que nada había cambiado desde aquellos comienzos de la banda en los 80.
Con el fin de crear un esquema lumínico a la altura, Rob y Dan eligieron 148 luces móviles BMFL WashBeam de Robe, acompañadas de 16 BMFL WashBeam controladas por cuatro sistemas RoboSpot.
Además de las 19 barras LED móviles, las BMFL fueron las únicas luminarias de todo el entramado en las que el equipo de diseño se apoyó en todo momento para ambientar las 36 canciones de cada show.
El primer show empezó con “Hit the Lights” y, haciendo honor a su nombre, Rob se propuso desafiar los límites de toda creatividad conocida con atrevidos looks para las primeras 16 canciones. Después de estas, para el segundo show, Rob hizo más de lo mismo para ambientar una mezcla apabullante de clásicos, exitazos y temas inéditos.
Entre los momentos más especiales del primer show se encontró la primera interpretación en directo de la “Fixxxer”, una lúgubre canción que se popularizó con el lanzamiento del álbum ReLoad en 1997
Rob y los técnicos de iluminación Joe Cabrera y Cat West prepararon un set para la iluminación de 36 canciones. Sin embargo, como no contaban con un setlist completo a dos semanas de los shows y había muchas posibilidades de que hubiera cambios de última hora, no podía darse nada por hecho. Rob tuvo que improvisar hasta en pleno espectáculo; aunque esto no fue problema para él, porque, ¿a quién no le gusta trabajar en un show lleno de estímulos?
El punto del que partió el diseño lumínico fue la disposición de todos los elementos y equipos de vídeo. Finalmente fueron colgados sobre el techo del local que tenía forma elíptica.
Conforme el diseño de vídeo fue evolucionando, entró en escena la colocación de los equipos de iluminación. Rob quería que actuaran desde diversos ángulos y hacia distintos puntos, a la vez que mantenían iluminado al público y evitaban el derrame de luz sobre las videowalls. Básicamente, el objetivo era que la iluminación armonizara y contrastara con el aspecto visual general del show.
Así fue como se desplegaron 24 BMFL WashBeam sobre el escenario. Estas cubrieron una de las elipses más pequeñas que sujetaban el set de vídeo central. Otras 48 fueron destinadas a la iluminación de elipses más grandes, y fueron colgadas junto a otros elementos de megafonía.
En la zona del público, se desplegaron tres niveles de BMFL WashBeams colocadas de manera estratégica para añadir profundidad y textura a la escena. 24 de ellas se instalaron a ras de suelo, otras 24 en la explanada y las últimas 24 se volaron sobre el público en un truss con forma de diamante situado en el centro del espacio.
Para Rob, que lleva trabajando con Metallica desde 2008, este fue un espectáculo muy especial, donde confluyeron una mentalidad y un enfoque ligeramente distintos a lo que acostumbraba a hacer.
Respecto a otros shows, estos conciertos fueron algo menos oscuros y dramáticos, aunque igual de intensos, y también hubo hueco para la fiesta y la alegría de encontrarse en un evento tan especial
“40 años solo se cumplen una vez, y la ocasión merecía un espectáculo de iluminación distinto que no se olvidara, claro está, de la esencia vital de Metallica”, comentaba Rob, quien trabajó junto a Dan y el director de vídeo para el director Gene McAuliffe para crear esta estética que rozaba lo metafísico.
Las canciones se interpretaron por orden cronológico durante la primera noche, y a la inversa durante la segunda. De este modo, la espontaneidad quedaba garantizada.
La BMFL WashBeam ha sido un accesorio indispensable para Metallica desde hace ya varios años, después de que Rob trabajara con ellas para la vuelta de Guns 'n' Roses a los escenarios en 2016 con la gira “Not In This Lifetime”.
La iluminación de seguimiento fue fundamental para iluminar con éxito el espectáculo. Este tipo de iluminación es una de las favoritas de la banda, porque así les permite interactuar más con sus fans; y esto, desde el punto de vista técnico, siempre es un reto en cualquier producción, ya que requiere un esfuerzo creativo y técnico extra.
Los 16 BMFL WashBeam Follow Spots se colocaron a lo largo de las elipses más grandes, repartidos para aprovechar parte del espacio negativo en el techo, así como para la separación de los haces y la profundidad, con cuatro unidades siguiendo a cada miembro de la banda.
Además de la coherencia cromática de las BMFL WashBeam durante las tareas de seguimiento, otras de las características más útiles fueron su control del color, intensidad, e iris. Todo el control de la iluminación se realizó desde una consola grandMA2. De este modo, los técnicos repartidos por todo el espacio pudieron concentrarse en las tareas de seguimiento de la banda.
El control de enfoque de los sistemas RoboSpot vino muy bien para hacer el seguimiento de los artistas por el escenario y ayudó a que los haces se mantuvieran compactos y no perdieran fuerza con cada movimiento.
El gaffer David Hunkins fue el encargado de configurar y equilibrar las luminarias. Para Rob fue todo un placer trabajar a su lado y se mostró más que encantado con la originalidad de David para romper con lo preestablecido, especialmente para los looks ante las cámaras. El espectáculo fue retransmitido en directo y grabado desde 21 cámaras.
Metallica puede presumir de un largo historial de actuaciones únicas, definidas a partir del gran trabajo de producción y diseño de un equipo con enorme amor por lo que hace.
Otro de los grandes retos llegó a la hora de planificar la programación. Fue un desafío hasta para las canciones que ya tenían su propio set, porque hubo que darles una nueva esencia. También hubo que crear una dinámica nueva para todas aquellas que no eran tan frecuentes. Organizar todo esto requirió tiempo, energía y un buen puñado de creatividad. Rob aprovechó este desafío para salir de su comodidad y explorar hasta dónde podían llegar sus ideas.
La instalación de todos los equipos fue muy tediosa. Solo dispusieron de cuatro días para hacer todo el trabajo; así que, no había tiempo que perder. Primero instalaron todo el entramado de vídeo e iluminación, y finalmente se acoplaron las pantallas.
Este ha sido otro ejemplo del cuidado con el que se ha abordado el trabajo en las dos disciplinas. La colaboración entre Eric Geiger, director de proyecto en PRG, John Moore, jefe de equipo, Anthony Kordyjaka, director de proyecto de Premier Global Productions, y Jason Lanning, jefe de equipo dio sus frutos, ya que las BMFL WashBeam fueron colocadas en el sitio justo. Al fin y al cabo, el meticuloso proceso de reflexión y planificación de Chad Koehler mereció la pena.
Toda la iluminación fue proporcionada por Premier Global Productions de Nashville (Tennessee), cuyo responsable de contabilidad es James Vollhoffer. Los jefes de equipo de iluminación in situ fueron Anthony Kordyjaka y Jason Lanning, y el equipo de vídeo fue proporcionado por PRG. Para este show, los dos departamentos visuales trabajaron juntos y gestionaron conjuntamente todo el cableado, así como otras infraestructuras.
Incluso después de 14 años viviendo momentos únicos con la banda por todas parte del mundo, Rob reconoce que fue “increíble” formar parte de estos dos shows. Solo así redescubrió canciones como “Bleeding Me”, “Dirty Window” o “Fixxxer”, que volvieron locas a las redes y trajeron miles de recuerdos que, seguro, nunca caerán en el olvido.
*Photo credits: Ralph Larmann
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