Champaign (Illinois) es una de esas ciudades que ha marcado un antes y un después en la historia de la música. Casi todas las bandas legendarias de los últimos años (incluyendo a los locales Alison Krauss, REO Speedwagon, Dan Fogelberg o Michael McDonald) se han dado cita en esta ciudad universitaria, a caballo entre Indianápolis y Peoria.
Y como era de esperar, muchos de ellos han podido actuar en el Virginia Theatre, el local más antiguo de la ciudad, que este año celebra su primer centenario.
Hace poco, el local recibió un regalo de cumpleaños muy emotivo: un sistema de sonido Kara II de L-Acoustics, diseñado por Threshold Acoustics, proporcionado por la distribuidora oficial de L-Acoustics Mid-America Sound, e instalado por Knox Array Event Production. Durante los últimos 20 años el local ha recibido una serie de ayudas y subvenciones que ascienden los 10 millones de dólares. Entre sus últimas actualizaciones se encuentran las de su infraestructura y equipamiento tecnológico, y es aquí donde encontramos un impresionante órgano Wurlitzer de 700 tubos, que data de 1921 y se empleaba para la grabación en directo de películas mudas. Pero ahora, el Virginia Theatre, que está preparando su vuelta a los escenarios tras el parón de la pandemia, pronto dejará de ser mudo.
“Ha sido un proyecto apasionante”, señala Stephen White, director técnico del Virginia Theatre. “No fue solo cuestión de instalar los nuevos equipos y establecer nuevas zonas, tuvimos que hacer un cambio integral de la infraestructura, colocando, entre otras cosas, una nueva pasarela, nuevos sistemas de cableado y alimentación y hasta un transformador de clasificación K. Además, también adquirimos más estructuras de acero y vigas para que actuaran como soportes”.
El teatro dispone ahora de 20 line arrays de fuente lineal Kara II, dispuestos en sistemas de colgado con diez a cada lado y cuatro subwoofers SB28 apilados sobre el suelo de la orquesta
Con el fin de ampliar la cobertura también se instalaron a ambos lados del escenario y sobre la pared, dos altavoces coaxiales X12, que mejoraron la megafonía del auditorio de 1.463 asientos. Por otra parte, doce altavoces X8 se desplegaron para el relleno (ocho en la parte delantera del escenario y cuatro más para el relleno de la cúpula baja), y otros ocho 5XT se dispusieron para la cobertura de las gradas situadas bajo el balcón principal. Todos los sistemas fueron alimentados por un procesador LA12X y ocho amplificadores LA4X.
Pero es que los equipos de L-Acoustics no solo destacaron en las zonas altas, pues también tuvieron un rendimiento excelente en la zona baja. “Los SB28 estaban colocados en la parte baja de la orquesta, revestida con hormigón y piedra. Así que decidimos probar cómo sonaba y elegimos Thanks to You de Boz Scaggs. El resultado fue maravilloso, y el rendimiento, ejemplar. Con esta prueba también nos dimos cuenta de que teníamos que reforzar las luminarias decorativas de las vidrieras porque los graves hacían vibrar los cristales”.
Los Kara II fueron, por lo general, lo esperado según la línea de calidad del fabricante. Pero Brian Knox, propietario de Knox Array Event Production, quiso destacar de estos equipos, que ofrecían justo el soporte necesario para el retardo que requería el espacio.
Knox también agradeció el diseño de las conexiones de rigging de los Kara II, que hacía mucho más fácil su colgado y ajuste. “Cada sistema se colgó con un equipo Polar Focus y un motor de cadena a cada lado. De este modo, pudimos realizar el ajuste de manera más sencilla, así como orientar los equipos con mayor precisión. También fue muy útil que tanto los amplificadores como la red de procesamiento pudieran acoplarse en el software de integración”.
El nuevo Kara II se empleará para todo tipo de espectáculos, desde conciertos de rock hasta actuaciones de la compañía de teatro local.
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