Una gran atracción artística al aire libre con CHAUVET Professional

¿Cómo definiríamos lo que nos hace humanos? “The Bridge” es una enorme atracción artística al aire libre que busca romper las barreras del arte y la sociedad; como tal, consigue dar respuesta a esta pregunta, demostrando que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. 

Diseñado por el diseñador Dan Potra, y puesto en marcha por Imagineer Productions, “The Bridge” es un puente interactivo con unas dimensiones de 22 x 6 metros, donde cualquiera es invitado a disfrutar de la música, la puesta en escena y un escenario de lo más peculiar; y todo ello con el objetivo de crear un sentido unitario de comunidad. 

Con una semana de duración, los eventos de The Bridge concluyen con un espectáculo a 12 metros de altura digno de los mejores circos, donde participan grandes artistas internacionales (algunos procedentes del Circo del Sol)

Para apoyar semejante espectáculo, el despliegue de efectos visuales tenía que ser épico. Para ello, del diseño del esquema lumínico se encargó el diseñador Arnim Friess, quien, tras buscar una solución flexible y multipropósito, decidió confiar en luminarias de CHAUVET Professional. 

El diseño de Friess estuvo compuesto por luminarias teatrales Ovation E-260WW IP, que se convirtieron en el centro de todas las miradas para los más de 100.000 visitantes. Las Ovation E-260WW atrajeron todas las miradas, y se combinaron con otra serie de efectos de iluminación. 

Una total de 12 luminarias Ovation E-260WW IP se dispusieron en el FOH a una distancia de entre 8 y 12 metros, con seis montadas en un truss central, y otras tres a cada lado en un truss de 6 metros. Por recomendación de la marca, las luminarias E-260WW IP llegaron a última hora para sustituir a otro tipo de luminarias que no estaban a la altura. 

“No es solo cuestión de la visibilidad que las luminarias brindan al público, sino de la cobertura tan bien repartida por toda la zona de actuación. La garantía de cobertura era primordial para que los acróbatas fueran vistos (no solo por el público sino también entre ellos) sin ser deslumbrados. Esta decisión también fue estupenda para los looks ante las cámaras”.

Aunque la inspiración general provino del puente bosnio de Mostar (que quedó devastado por la guerra), lo que más importó a la hora de crear el espectáculo fue la metáfora del propio puente como sinónimo de la inclusión, la democracia y la conexión por encima de las diferencias. Todo esto animó al Arts Council of England a hacer una gira de espectáculos llamada “The Bridge” por varias ciudades del Reino Unido, como Dagenham, Liverpool y Coventry. Allí, los habitantes y vecinos pudieron construir sus propios puentes y compartir sus historias de reconciliación con un espectacular telón de fondo patrocinado por el arte, el circo y los efectos visuales.

Tanto Friess como su equipo notaron de inmediato las ventajas de la viveza, la precisión y la luminosidad de las luminarias Ovation.  

Uno de los objetivos de la iluminación era resaltar la estructura del puente, cuyo concepto estuvo inspirado en gran medida por la idea de Da Vinci del puente que se sostiene a sí mismo. Gracias a esta luminaria ERS de blancos cálidos y una potencia semejante a la de un motor de tungsteno de 750 W, el equipo de diseño iluminó sin problemas todo el puente, proyectando sobre él una gama muy variada de looks (ya fuera de noche o de día). 

Con lentes que oscilan de los 19 a 36º, Friess especificó cada luminaria con un objetivo concreto para proporcionar cobertura a los músicos a pie del escenario, los actores sobre el puente y los acróbatas a 12 metros sobre el suelo. El espectáculo tuvo cierto carácter teatral gracias a la suave curva de atenuación de las luminarias, que garantizaban un campo de luz uniforme y plano hasta llegar al final de la curva de atenuación.