Napoleón Nyanhi sabía justamente lo que buscaba cuando tuvo que elegir la iluminación para el video musical que dirigía el 30 de abril para la agrupación musical The Vine.
La iluminación tenía que ser capaz de crear un ambiente cálido, íntimo y lo suficientemente amplio como para plasmar el espíritu familiar de los ganadores del Grammy Soweto Gospel Choir y otros artistas de la agrupación.
Lo que Nyanhi no tenía tan claro era cómo iba a crear todo esto en un escenario tan pequeño, que además iba a estar lleno de vídeos musicales y hasta 78 artistas a la vez. Fue entonces cuando decidió llamar a su amiga Tatenta Gaylord Rushwaya de Events Evolution.
«Napoleón no nos pedía mucho, salvo una iluminación armónica del escenario», recordaba Rushwaya. «Pero cuando me dijo de cuántas personas se trataba, el proyecto se volvió mucho más complejo»
Rushwaya aceptó el desafío y contactó con su amigo y compañero Blessing Bero para contarle algunas ideas del proyecto. Bero se puso manos a la obra y solo un día después se le ocurrió un diseño. Basándose en una mezcla de patrones geométricos formada por un truss cenital circular flanqueado por dos barras en forma de V, una videowall de dos niveles y tres piezas escénicas ligeramente curvadas a cada lado del escenario, el diseño haría que el escenario pareciera equilibrado, elegante y estéticamente armonioso, sin que diera la sensación de que había demasiada gente.
Con Rushwaya trabajando como asistente de dirección y director técnico, y Berro como diseñador de escenografía y de iluminación, la grabación del video en el Centro Internacional de Conferencias de Harare superó todas las expectativas de Nyanhi.
La clave para la iluminación llegó de la mano de Bero, que propuso un sistema formado por once luminarias Maverick MK2 Spot, seis Rogue R1 Beams, cuatro Rogue R2 Beams, cuatro Rogue R2 Washes y 11 Rogue R2 Spots de CHAUVET Professional
Bero decidió usar la estructura de la escenografía como un lienzo central en blanco que permitiera centrar la atención en los artistas. Gracias a la nítida la salida de las Maverick MK2 Spot y Rogue R2 Spot, que se colocaron desde trusses sobre el escenario, en el suelo y a los lados del escenario, Bero pudo proyectar ráfagas de color sobre el fondo blanco del escenario, haciendo que todo el escenario resaltara con una vibrante energía y colores agradables.
Del mismo modo en que la música de The Vine parece emanar una simplicidad hermosa y sincera, Bero pudo crear unos visuales a la altura, introduciendo transiciones de color suaves y cambiantes para complementar el flujo y reflujo de la música. Esto mejoró aún más por colocar las luminarias Rogue R1 Beam y Rogue R2 Spot desde el truss circular superior. Así, tanto la orquesta como los intérpretes quedaron bajo la luz más simple y evocadora.
Trabajando con el equipo de producción, Rushwaya y Blessing unificaron el set y la plataforma de iluminación durante seis días de intenso trabajo. «Fue un proyecto que nos permitió crecer creativa, física, mental y emocionalmente», comentó Rushwaya sobre el proyecto, calificándolo como «uno de los mejores proyectos», en los que ha trabajado, y eso que todo empezó con una simple llamada de teléfono.
* Tu comentario en la Revista ISP Audio & Light * Comparte el articulo en las redes